Engrandece alma mía a Aquel que padeció voluntariamente y fue enterrado / y resucitó del Sepulcro al tercer día! ¡Resplandece; resplandece, oh nueva Jerusalén, pues la gloria del Señor ha brillado sobre ti, danza ahora y alégrate Sión; y tú, oh Purísima Madre de Dios, regocíjate por la resurrección de Tu Hijo!
Engrandece alma mía a Cristo el Dador de vida / que resucitó del sepulcro al tercer día!
¡Resplandece; resplandece...
¡Cristo es la Pascua nueva, el sacrificio vivo, el Cordero de Dios /que quita los pecados del mundo!
Qué divina, qué amada, qué dulcísima oh Cristo es tu palabra, por la cual has prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo y nosotros los fieles, teniendo la cual áncora de esperanza nos regocijamos.
¡Hoy la creación entera, se alegra y regocija, porque Cristo ha resucitado/ el Hades ha sido saqueado.
Qué divina, qué amada, qué dulcísima...
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Engrandece alma mía el poder de la Divinidad /Trina en Personas e indivisible.
Oh Pascua grandiosa y más sagrada, oh Señor, Sabiduría, Verbo y fuerza de Dios. ¡Concédenos participar plenamente de Ti en el día sin ocaso de Tu Reino!
Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amen.
¡Alégrate oh Virgen, alégrate oh bendita, alégrate oh gloriosa, porque Tu Hijo resucitó del Sepulcro al tercer día!
Oh Pascua grandiosa y más sagrada...
El Ángel exclamó a la llena de gracia: Virgen Purísima; alégrate y de nuevo diré alégrate, porque tu Hijo resucitó del Sepulcro al tercer día.
¡Resplandece; resplandece...